En ocasiones no se si quedarme aquí o salir corriendo, si esperar a que ese sentimiento nazca o es mejor darlo por muerto, si correr a su lado o simplemente darme la vuelta y dejarlo atrás. Y es que ahora ya no se si le echo de menos o me alegro de que este lejos, ahora ya no se si le quiero como un amigo o como algo mas. Porque no siempre las cosas salen como uno las planea, porque en ocasiones le decepcionas cuando tratas de no quedarle mal, porque sin querer lastimas a las personas que hoy te quieren, porque sin intención les puedes hacer llorar. Porque por mas que lo intentes no se puede obligar a un sentimiento, porque por mas que lo sueñes no vas a encontrar al amor perfecto, porque por mas que lo esperes nunca le vas a ver cambiar. Y es ahí cuando llega el momento en el que todo se rompe, en el que por mas que lo intentes no lo puedes volver a pegar, en el que las sonrisas se apagan al ver a esas dos personas poner un final; un final que ha nacido a causa de un titubeo, de un pequeño momento en el que preferiste dudar. Y por mas que lo intentes nada volverá a hacer como antes, las palabras ya se han dicho, el daño ya se ha hecho, ni un perdón va a borrar lo que ha pasado ya. Porque las lagrimas no se borran con un simple lo siento, con un "olvidemos el pasado y volvamos a comenzar", porque las cosas no se olvidan al cambiar el tema, y el momento no te deja de doler simplemente con cerrar la puerta.
Y ahora solo ves como esa persona se aleja, como por un miedo has destrozado todo lo demás. Le ves partir sin poder hacer nada, sin encontrar las palabras que consigan hacerle regresar. Simplemente ves a esa silueta hacerse cada vez mas pequeña, le ves avanzar sin dudar, sin pensar dos veces en lo que esta haciendo, sin detenerse para mirar atrás. Y a ti solo te queda aceptar que todo tiene un final, uno que en ocasiones se coloca mucho antes de empezar y otro que espera hasta ya no poder mas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario