martes, 7 de octubre de 2014

Día 17


Olvidamos que el amor no es solo de a ratos, que no se acaba al cerrar la puerta ni se olvida al sonar la alarma, que no se cambia por un par de golosinas sólo para creer que ya no está ahí. El amor no deja una nota con una advertencia de cuando llegará, ni deja un recordatorio para que sepas que se va a terminar; no te pregunta si quieres, sólo llega y explota como una bomba a la que no le importa a cuantos va a lastimar. El amor te envicia con el aroma de una rosa, te atordece con el grito de un te amo, te enmudece con el suspiro de un beso y te enloquece con la textura de sus manos. El amor te llena de alegrías como de tristezas, te da tanto y a la vez te quita, pero siempre te regala la oportunidad de una sonrisa, una sonrisa tan sincera que comienza cuando veo tu cara, cuando te tengo cerca, cuando me pierdo en tu mirada. 

El amor puede ser tanto y a la vez tan poco, porque no depende del amor ni de las circunstancias el tamaño del mismo. El amor es algo que pocos entienden, que pocos conocen y que tantos dejan ir. El amor no solo se vive una vez ni de la misma manera; el amor se goza, se sufre, se entrega, se vive, se entierra. El amor se convierte en tu peor enemigo cuando no es correspondido, te envuelve en la incertidumbre y te desgasta poco a poco.

El amor es pensar en esa persona cuando no está a tu lado, es escribir su nombre sin darte cuenta en un pedazo de papel, es ponerte nerviosa cuando esa persona te está llamando, es desear que el tiempo pase para volverlo a ver. El amor no se encierra entre cuatro letras, no se define en un par de párrafos y en ocasiones no se es capaz de explicarse con palabras. El amor no se entiende, se vive; el amor no se planea, se improvisa; el amor no es sólo un sentimiento, es mucho mas que eso. El amor te saca sonrisas por cosas que nadie mas entiende, el amor te encuentra en los peores momentos y te saca de ahí, el amor te espera en la distancia y se queda contigo.

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